Tesla da marcha atrás y desata el pánico en el Bitcoin
Tal y como vino se ha ido. Si hace dos meses parecía que Tesla lo apostaba todo al Bitcoin al aceptar la moneda digital para comprar sus coches, ahora han anunciado que eso se acabó. ¿Por Qué? El alto consumo energético que supone el Bitcoin, energía que proviene principalmente de energías no renovables.
Mediante un comunicado publicado por Elon Musk, cofundador de Tesla, la empresa declaró que cesan sus operaciones con Bitcoin a la hora de comprar sus vehículos. Durante estas últimas semanas era posible adquirir un coche Tesla y pagar en Bitcoin en vez de dólares o euros por ejemplo. La opción ahora ha desaparecido.
No tenía mucho sentido contribuir a la eliminación de las emisiones de gases de efecto invernadero fabricando excelentes coches eléctricos y promover al mismo tiempo una criptomoneda que emplea desmesuradas cantidades de energía de los centros de datos por su sistema de "minería". Así que la lógica se ha acabado por imponer.
Tan volátil es la moneda virtual que, en los primeros 5 minutos después del anuncio de Musk perdió un 5% de su valor y 5 horas después, cerca de un 20%. Tesla no se desprenderá de su gran fondo de bitcoins poniéndolo a la venta, sino que lo utilizará para sus transacciones.
Bitcoin había tenido una última semana relativamente estable. El 6 de mayo, BTC alcanzó los 58.000 dólares, y los días previos y anteriores se había mantenido en el rango aproximado de los 55.000-57.000 dólares. Su último récord fue a mediado de abril cuando superó los 64.000 dólares, impulsado por el debut de Coinbase en Wall Street
Además, Musk apuntó que estudia el uso de otras criptodivisas que utilizan menos del 1% de la energía que gasta bitcoins, que consume más electricidad que muchos países.
El Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge ha calculado que el consumo de electricidad estimado del Bitcoin a principios del 2020 era de 71,07 teravatios/hora y que, producto de la especulación actual, la cifra se ha incrementado hasta los 128 teravatios/hora, lo que supone un gasto mayor que Países Bajos, Argentina - o Noruega -124,13 en un año.
